Una madre es lo más grande y hermoso que puede poseer una persona. Es un tesoro que te aporta la riqueza más inmensa del mundo, el amor.
Para cada uno, nuestra madre es única y siempre será la más cariñosa, la más guapa y la más maravillosa.
Cuando somos pequeños, ella nos da todo su calor y comprensión, nos cuida cuando enfermamos y siempre lo hacen con ese amor que las caracteriza, porque para ellas sus hijos son más que su propia vida.
Su amor es sincero, el más sincero, porque por mucho que le falles y por muchos errores que cometas siempre te perdonará y sabrá estar a tu lado para corregirte.
A medida que vamos creciendo, una madre se puede convertir en una amiga, ya que nadie va a guardar mejor tus secretos que ella, te lo da todo sin condición según sus posibilidades y nunca te defraudará.
Hay veces, cuando somos jóvenes, que no sabemos apreciar el valor que realmente tiene una madre, pues nos dedicamos a estar más con otras personas y con otras cosas, pero conforme va pasando el tiempo nos damos cuenta de lo mucho que amamos a nuestras madres, mucho más de lo que creíamos.
Nunca queremos verla enferma, pues para nosotros es la persona más fuerte del mundo, creemos que puede con todo, pero como es natural nos equivocamos, ya que ella es un ser humano como cualquier otro. Cuando eso ocurre, el mundo se nos viene encima y no aceptamos la realidad que estamos viendo delante de nuestras propias narices. No sabemos como actuar, ni que decirle para que encuentre mejoría. Tenemos y debemos ser el bastón de apoyo para ella, pues ella lo fue mucho tiempo para nosotros.
Ahora que tu madre está contigo cuídala, mímala y se su bastón y fortaleza. Cuídala como te ha cuidado a ti y no te enfades con ella por cosas que le hagan cambiar de humor. Recuerda que ella te ha dado la vida y también ha tenido que luchar para sacar adelante a sus hijos y no olvides que tú eres lo que eres gracias ella.
Jamás nadie te amará como ella lo hace o lo ha hecho y ese amor nunca será igualado por nada ni por nadie.
Enseña a tus hijos a que amen a su abuela, pues gracias a ella tú puedes amarlos a ellos.
Cuando una madre falta en la vida de una persona, no hay palabras para describir el dolor inmenso que ocasiona. Es como si te arrancaran parte de tu corazón, de tu alma.
Recuerda, madre solo hay una.
El amor de una madre no tiene límites.
Te Quiero Mamá.
A.M.
Que bonito lo que hay escrito ahí. Tiene sentimiento y corazón y es una de las verdades más grandes que existen. El amor de una madre es y será el amor mas sincero y más fiel que podamos tener. Un beso para quien administre este blogs, lo hace muy bien. Todo lo que se publica esta muy bien y es interesante.
ResponderEliminarHola Anónimo. Muchas gracias por tu comentario, pues va cargado de mucha razón.
EliminarTe mandamos otro beso para ti y te volvemos a dar las gracias por tus palabras para este blog. Te invitamos a que sigas visitandonos.
Un abrazo
SÉ EXACTACTAMENTE EL SABOR AMARGO DE LA PÉRDIDA DE UNA MADRE, PUES...¡YO PERDÍ A DOS MADRES!
ResponderEliminarHola Anónimo.
EliminarLo siento mucho y la verdad es que tiene que ser doloroso perder a tan grandes seres queridos. Pero como habrás podido comprobar no solo se habla de la pérdida de una madre.
Siento tus perdidas y yo tambien se de ese sabor amargo del que hablas.
Un saludo