A cada instante veo tu rostro, tu risa... esa que tanto me vuelve loca. Pero imaginar que hay tanta distancia entre tú y yo... que el dolor que siento solo me hace recordar todos los momentos vividos. Mi mente viaja hacia el pasado para que mis ojos se llenen de lagrimas de felicidad, son tan dulces... que creo que estas junto a mí.
Sueño con los ojos abiertos... con esa noche que aparecistes de entre las tinieblas, asustando a este frágil corazón. Tus ojos brillaron como los de un felino, pero expresaban tranquilidad y serenidad, ahuyentando cualquier tipo de miedo y dejándome prendada de ellos. Jamás había visto unos ojos como los tuyos. Fuistes tan fugar, que ni un rayo tenía que ver contigo... llegando a perder todo el control. Solo fue un instante, pero ya comenzaba a extrañarte. Extrañaba tu rostro, tus ojos y tú aliento, tan dulce y amargo a la vez.
Fue en ese instante donde comencé a comprender la fuerza que llega a tener el amor. Llegando a pensar que todo era una locura, era imposible sentir todo ese huracán de sentimientos y pasión en tan poco tiempo. Pero tu belleza cautivo mi alma, dejándola postrada ante ti.
Fui tan inocente; que con tus besos ya perdí lo poco que quedaba de mi, tus caricias me hacían flotar en un mundo de fantasía, tus susurros me enloquecían cada vez mas. Ni yo misma podía separar mi cuerpo del tuyo, quedando fundidos solo en uno.
Era como si el tiempo me hubiese parado desde que apareciste... inmortalizando el momento para siempre. Y ahora que la distancia nos separa... al escuchar tu voz creo tenerte a mi lado.
MARAVILLAS MARTÍNEZ FERNÁNDEZ
Es precioso!!! Este escrito llega al alma. No dejes de escribir cosas así Mavi. Tú lo vales.
ResponderEliminarBesos. TQM.
muchas gracias Ana Mavi!! Gracias por este comentario que me hace sentirme bien, de saber que lo que he escrito puede gustar y poder llegar al alma de personas como tu.
ResponderEliminarUn beso. TKM!!