viernes, 16 de noviembre de 2012

la mirada


miércoles, 24 de octubre de 2012

viernes, 12 de octubre de 2012

EL MIEDO



El miedo es una emoción dolorosa, excitada por la proximidad de un peligro, real o imaginario, y que está acompañada por un vivo deseo de evitarlo y de escapar de la amenaza. Es un instinto común a todos los seres humano del que nadie está completamente libre. Nuestras actitudes ante la vida están condicionadas en gran medida por esos temores que brotan de nuestro interior, en grados tan diversos que van desde la simple timidez hasta el pánico desatado, pasando por la alarma, el miedo y el terror.
Todos sentimos temor de vez en cuando. Y esto pasa sin importar lo grande o valiente que seas. En ocasiones, el miedo puede llegar a ser bueno y ayudarte a mantenerte saludable. El miedo a acercarse demasiado a una fogata puede salvarte de sufrir graves quemaduras. Y el miedo a obtener una mala calificación en una prueba puede hacer que estudies más.
Estar un poco asustado también puede aguzar tus sentidos y ayudarte a desempeñarte mejor en un recital o durante una competencia. Algunas personas incluso disfrutan de estar un poco asustadas. Por eso, les gusta mirar películas de terror o dar vueltas en la montaña rusa.
¿Alguna vez te preguntaste por qué tu corazón late más rápido y tu respiración se acelera cuando estás asustado? La reacción del cuerpo ante el miedo nos hace resistir o huir. Y la gente ha tenido esta sensación desde todos los tiempos.
Ésta es la manera en que funciona. Imagina que eres un hombre o una mujer de las cavernas de hace cien mil años y te encuentras cara a cara con un tigre hambriento y de dientes filosos. Tienes dos opciones: 1) Salir corriendo (huir) o 2) tomar tu garrote y luchar contra el tigre (resistir). Tienes una tercera opción (dejarte comer), ¡pero no parece muy inteligente!
Hoy, puedes decidir resistir o huir frente a la persona que te intimida, te enfrenta y no es capaz de entrar en razón. Tienes dos opciones: 1) Dar la media vuelta y alejarte (huir) o 2) luchar (resistir), aun cuando sepas que una pelea no resolverá el problema.
A fin de prepararse para huir o resistir, tu cuerpo realiza una serie de pasos en forma automática. De esta manera, estará preparado para una acción rápida o un escape rápido. Tus latidos aumentan para bombear más sangre a los músculos y el cerebro. Los pulmones toman aire más rápidamente para proporcionar oxígeno a tu cuerpo. Las pupilas de tus ojos se agrandan para que puedas ver mejor. Y tus sistemas digestivo y urinario comienzan a trabajar más despacio para que puedas concentrarte en cosas más importantes.
Tipos principales de miedo:
  • Miedo primigenio: El mismo, miedo a tener miedo. Normalmente aparece de un modo casi totalmente irracional, tenemos miedo a algo sin una razón concreta o conocida. Es el miedo en estado puro y quizás uno de los más difíciles de controlar y conocer ya que se esconde en lo desconocido y en un no saber por qué se sufre.
  • Miedo al fracaso (masculino): Se trata del miedo a no llegar a alcanzar nuestras metas, se dice que es de naturaleza masculina aunque eso no significa que las mujeres no lo sufran. Se identifica con la parte masculina de cada persona. Es un miedo que actualmente se relaciona mucho con el fracaso social, el ser mediocre por no tener o ser. Es un miedo que condiciona mucho nuestra forma de actuar.
  • Miedo al abandono (femenino): Relacionado con el lado femenino de cada uno, éste miedo está muy presente en la mayoría de personas que dicen tener miedo a la soledad. Es el miedo a quedar abandonado por los padres, los amigos o la pareja. Es un miedo muy posesivo y dependiente, nos afecta haciéndonos esclavos de los demás. Es un miedo difícil de vencer dada su naturaleza afectiva.
  • Miedo a la enfermedad: Miedo a sufrir cualquier tipo de dolencia sea cual sea.
En ocasiones este miedo puede volvernos débiles y por lo tanto propensos a sufrir enfermedades por el propio miedo a estas. Ver las enfermedades como una amenaza constante en todas partes. Vencer este miedo aumentará nuestra capacidad de aceptación de las enfermedades como una realidad que se puede superar en lugar de un peligro fatídico.
  • Miedo al lado oscuro: El miedo a esa parte de todos nosotros que se encuentra atraída por lo sombrío, ya sea nuestra o de los demás. Se trata de un miedo basado en aquello que siendo malo nos provoca placer o bien nos supone una vía de escape de lo negativo de nosotros mismos. Miedo a la propia ira, al propio odio o capacidad de hacer daño o actuar maliciosamente. La aceptación de este miedo nos ayudará a entender que esa parte oscura es el dolor en si que tenemos dentro, entenderlo como tal nos permite controlarlo y transmutarlo.
  • Miedo al futuro: Relacionado en cierto grado con el miedo al fracaso. Se trata de un miedo basado en la incapacidad de predecir y poder controlar lo que va a suceder. Miedo a lo incierto y a las consecuencias que pueda suponer sobre nosotros y aquello o aquellos que apreciamos y amamos. El miedo al futuro supone una aceptación del libre albedrío de los acontecimientos.

¿Qué es la ansiedad?

Por lo general, nuestros cuerpos deben tomar la decisión de huir o resistir únicamente cuando hay algo que temer. Sin embargo, en ocasiones, esto ocurre cuando no parece haber nada que provoque miedo. Sentir miedo sin que parezca existir un motivo claro se denomina ansiedad.
Puede haber otros sentimientos junto con la ansiedad, como una sensación de opresión en el pecho, dolor de estómago, náuseas, o una percepción de que está por ocurrir algo horrible. Estos sentimientos pueden ser muy atemorizantes. A veces, la ansiedad interfiere con las cosas que necesitas hacer, como aprender y dormir.

miércoles, 3 de octubre de 2012

LO PRINCIPAL ERES TÚ- MANU TENORIO


Que el viento te sople en la espalda
que te empuje hacia donde quieras ir
que nunca te abandone la esperanza
que nunca desfallezcas en las ganas
y sobre todo sé feliz

Y si alguien te rompe el corazón
vivir tiene esa contradicción
y cuando todo sea nostalgia
una sonrisa asomará a tu cara

El camino no será sencillo
los senderos quizás te puedan confundir
de vez en cuando
y hazle caso a tu conciencia
ya habrá tiempo de renunciar a ella
y sobre todo cree en ti

Y habrá gente que no te quiera bien
cuida el instinto de a quien le otorgas ver
y nunca te olvides de ti
lo principal eres tú

El nido es todo un secreto
un misterio que quizás elegimos descubrir
la infancia es el recuerdo más hermoso
las penas no merecen ni la pena
déjalas fuera, lejos de ti

Mima y ten cuidado con tu alma
tenemos una y hay que saber mimarla
y nunca te olvides de ti
lo principal eres tú
lo principal eres tú

domingo, 1 de julio de 2012

LA SIESTA


La siesta es considerada como uno de esos pequeños placeres de la vida, especialmente recomendable en todos los sentidos por sus claros beneficios para la salud de las personas que la “practican”, pero aún sobre ella planean una serie de dudas y preguntas interesantes que son buenas tener en cuenta.
La costumbre de la siesta está muy arraigada en nuestro país; no es vano, esta costumbre es muy antigua.
El origen de la palabra se halla en la llamada por los romanos “hora sexta” (exactamente entre las 14 y las 16 horas), y por ejemplo era una costumbre de descansar tras la comida para luego conseguir así afrontar el resto de lo que queda de la jornada con mejor vitalidad y humor.
Los beneficios aportados por la siesta están siendo alabados por multitud de organismos científicos que aseguran que el bienestar que ofrece es incomparable a cualquier otra solución médica. Entre ellos destaca la disminución de los riesgos cardiovasculares, la liberación de tensiones, el aumento de la capacidad de concentración y el refuerzo del estado de alerta.

Beneficios:

  • Alivia tensiones, además de relajar.
  • Ayuda a descansar y a despejar la mente.
  • Aumenta la capacidad creativa, la intuición, la imaginación, y la propia capacidad de resolver problemas.
  • Previene el envejecimiento y alarga la vida, dado que, según algunos estudios, su efecto reparador es capaz de combatir los radicales libres.
  • Es bueno para mantener una belleza sana y natural, puesto que nos ayuda a reflejar luminosidad y frescor.
  • También es positiva para mantener una buena salud psíquica, especialmente porque nos ayuda a mantenernos positivos y a tener buen humor.
  • Reduce el riesgo de infarto.
  • Aumenta el rendimiento, eliminando la fatiga tanto física como mental.
  • Combate la ansiedad y el estrés.
  • Provoca una sensación de bienestar.

Algunos secretos sobre la siesta:
  • Dar un breve descanso al cerebro tras la comida es muy positivo, especialmente porque aumenta la capacidad de resolver problemas, estimulando la creatividad, la imaginación y la intuición.
  • Según datos ofrecidos por la Dirección General de Tráfico, en el año 2000 se produjeron unos 35.000 accidentes con víctimas por somnolencia de los conductores.
    En estos casos, la siesta es una aliada, dado que reactiva el estado de concentración y alerta.
  • En Córdoba (España), se decretó una hora oficial para la siesta, dado que entre las 15 y las 17 horas los niveles de sonido no podían superar los 55 decibelios, siendo por tanto la hora adecuada para la siesta.
  • Es una costumbre imprescindible para los niños, especialmente porque los tranquiliza y ayuda a que estén descansados, lo que evitará que lleguen a las siete de la tarde inquietos e irritados.

Aunque se piense lo contrario, la siesta más recomendable, para poder disfrutar así de todos sus beneficios, es la que oscila entre unos 10 minutos y 1 hora, aunque una siesta corta de 15 a 20 minutos sumada a ocho horas de sueño es ideal para disfrutar todos sus beneficios.